entre las hojas
de un árbol.
Unas hojas
transformándose
en gato
y un sol de miel
cayendo
sobre Caracas.
Todo eso soy yo
que he comenzado
a confundir gatos
con hojas,
hojas
con gatos,
y todos los resplandores
de la mañana
con aquella dulzura
que quedó olvidada,
sobre lo que un día
se llamó
Caracas.
Minerva Reyes
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